2 de octubre de 2011




Creo que no hay nada imposible en mi vida. Puedo hacer de todo si me lo propongo, pero si hay algo que me cueste es... pedir perdón. Cuando pido perdón significa que algo he hecho mal y no me gusta hacer las cosas mal, no me gusta equivocarme... Y lo peor, es que lo hago muy a menudo, pero no todas las veces que me equivoco pido perdón y quizás de ahí vienen algunas amistades perdidas, varias broncas, rechazos... Las pocas veces que he pedido perdón ha sido porque de verdad me importaba esa persona y sabía que el orgullo no estaba por encima nuestra. Y ya se que pedir perdón no supone olvidar el error, pero me alivia escuchar el: ''te perdono''. Y saber que el tiempo poco a poco va a ir tapando ese error con momentos muchisímo más felices... Pienso que el pedir perdón y el saber perdonar es la mayor demostración de cariño que pudiera existir. Es el momento en que nos sinceramos de manera completa inconscientemente, admitiendo que cometimos un error e intentando expresarnos lo mejor posible para que esa persona ''te perdone''. Creo que orgullo y perdón no van juntos, pero simplemente... perdonar es humano también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario